Es una especie de flor perteneciente a la familia asteraceae. Se cree que es originaria de ciertas regiones de Europa y América del Norte. El diente de león se distingue por ser una planta herbácea y perenne, que crece y se desarrolla con mucha facilidad en climas templados. Es sumamente apreciada por los agricultores, debido a su facilidad de reproducción y porque crece de manera rápida y efectiva.

Posee un gran número de propiedades, aunque estas no son popularmente conocidas; de manera tradicional, suele ser utilizada como una planta ornamental por la belleza de sus flores. 

Las propiedades medicinales del diente de león se deben a la combinación de compuestos antioxidantes y antinflamatorios, como son el betacaroteno, polifenoles, ácido chicórico, ácido clorogénico, ácido taraxínico, fitol y tetracosanol.

• Mejora la salud de los huesos: Es una planta rica en calcio, mineral básico para el desarrollo y fortalecimiento de los huesos.
• Efecto antioxidante: Es rico en vitamina C y luteolina, dos antioxidantes que protegen a los huesos del deterioro asociado a la edad, el cual se debe en gran parte al efecto de los radicales libres, además contiene zinc, hierro y magnesio, minerales que el cuerpo requiere para mantener fuertes a los huesos y prevenir la osteoporosis.
• Regula el metabolismo: Esta peculiar fórmula de nutrientes y compuestos bioactivos ofrece una serie de efectos beneficiosos sobre el metabolismo porque ayuda a controlar los niveles de azúcar, estimula la secreción de insulina, regula los niveles de glucosa, reduce la absorción de las grasas y favorece el control del colesterol.
• Hepatoprotector: Regenera el hígado y lo protege frente a sustancias tóxicas y al exceso de grasa.
• Previene la anemia: El diente de león tiene niveles relativamente altos de hierro, vitaminas y un alto contenido de proteínas, por lo que ayuda a las personas anémicas a mantener esta condición regulada y bajo control.

• Previene enfermedades crónicas: Debido a sus grandes cantidades de antioxidantes como flavonoides, compuestos fenólicos y sesquiterpenos, elimina los radicales libres y, por lo tanto, reduce el estrés oxidativo, factor importante en el desarrollo de enfermedades como el cáncer y la diabetes.

• Disminuye la retención de líquidos: El diente de león, gracias a su naturaleza diurética, favorece la micción y ayuda a eliminar el exceso de agua de nuestro organismo.

El diente de león no es sólo un adorno en su jardín, sino es una de las mejores opciones de plantas medicinales que existen en el mundo, en especial por sus propiedades para tratar el dolor articular, afecciones estomacales, gases, eccemas, erupciones o ciertos tipos de infecciones, sobre todo, las infecciones virales. Si toma regularmente el té de diente de león, podrá controlar su artrosis y mejorar su calidad de vida.