Es una enfermedad inflamatoria crónica que puede afectar otros órganos además de las articulaciones, puede dañar distintos sistemas corporales, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.

La artritis reumatoide sin tratamiento, tiende a evolucionar mal puede acabar produciendo el deterioro de las articulaciones afectadas llevando a los pacientes a sufrir incapacidades.

Si no se trata la enfermedad comienzan a presentarse complicaciones en otros órganos del cuerpo.

Un diagnóstico a tiempo y la utilización de los nuevos tratamientos para la artritis reumatoide logran que los pacientes lleven una vida prácticamente normal.

Es muy importante para una buena evolución de la artritis iniciar el tratamiento lo antes posible, ya que los dos primeros años del curso de la enfermedad son claves para mejorar el pronóstico funcional de los pacientes.

Uno de los mejores indicadores de daño articular futuro es la limitación para desarrollar las actividades normales de la vida diaria en los dos primeros años.

Los signos radiológicos tempranos de daño articular predicen una artritis reumatoide grave.

Solicita una consulta con el médico si tienes molestias persistentes e hinchazón en las articulaciones.