¿Cuándo y dónde hacer ejercicios?

La artrosis es una de las principales causas de dolor y discapacidad, pero realizar ejercicios fortalece los músculos, tendones y ligamentos.

La inactividad en los pacientes con artrosis acorta y endurece los músculos, causando que el paciente sienta más dolor y rigidez.
Si las articulaciones no se mueven en toda su amplitud de movimiento, el grupo de ligamentos que se encuentran alrededor de las mismas puede contraerse, terminando por limitar completamente el movimiento y afectando la calidad de vida de los pacientes.
El ejercicio actúa fortaleciendo las estructuras de soporte articular, que permiten incrementar la amplitud de movimiento, la capacidad de amortiguación y la flexibilidad de las articulaciones.

Encontrar el momento ideal del día para hacer ejercicios ayuda tanto a establecer una rutina como a lograr los mayores beneficios.
En las enfermedades reumáticas existen periodos donde los síntomas como la inflamación, el dolor y la rigidez se agudizan o se hacen notables, en estos casos será necesario descansar más y ejercitarse menos.
Si se tienen problemas de cansancio, entonces dividir el programa de ejercicios en varios intervalos cortos durante el día podría ser lo más razonable.
Para aquellos que sienten mucha rigidez matutina, los ejercicios de amplitud de movimiento deben realizarse en las mañanas, de preferencia al levantarse.
Si padece de insomnio, no realice ejercicios aeróbicos dos horas antes de acostarse, aunque los ejercicios de estiramiento y relajación pueden ayudar con el sueño.

El mejor lugar para ejercitarse depende de cada persona, algunos prefieren hacerlo en la comodidad y la privacidad de su hogar, otros disfrutan del aspecto social de salir de la casa y asistir a un gimnasio.
Los ejercicios acuáticos en alberca son una buena opción para las personas que padecen de artrosis porque los efectos de flotabilidad del agua reducen la tensión sobre las articulaciones que soportan peso y calman mucho el dolor.

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