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Leer más...>El gluten ocasiona inflamación en las coyunturas de personas que padecen de artritis reumatoide y puede empeorar los síntomas.
El gluten es una glucoproteína compuesta por una proteína unida a uno o varios glúcidos (azúcares) simples o compuestos.
La palabra gluten proviene del latín y significa cola, goma o materia viscosa de origen orgánico. Se encuentra en la composición de una gran variedad de cereales.
La función del gluten es básicamente actuar como aglutinante, uniendo así los ingredientes de las preparaciones de repostería o panadería. El gluten es el que les proporciona a las masas su consistencia elástica.
El gluten está presente en cantidades importantes en el trigo, el centeno, la cebada y la espelta. Funciona como anti-nutriente inmunógeno, esto significa que son potenciales causantes de enfermedades autoinmunes entre ellas la artritis reumatoide.
La mayoría de los cereales contienen gluten, sustancia que provoca desgarros en las vellosidades localizadas en el intestino delgado, encargadas de la absorción de los nutrientes. El intestino delgado queda incapacitado para absorberlos provocando inflamación, que agrava la artritis.
Además de que aumenta la permeabilidad del intestino provocando estreñimiento y permitiendo que se escapen sustancias perjudiciales hacia la sangre, causando fatiga, artritis reumatoide, lupus, gases e hinchazón intestinal, dolores musculares vagos, infertilidad, confusión mental y alteración del equilibrio, torpeza y pérdida de coordinación.
El gluten también disminuye los niveles de anticuerpos que protegen contra la inflamación asociada a la enfermedad cardíaca y reumática, porque una vez que el organismo ingiere cereales como las pastas, el pan, las galletas, los cereales en cajas y los pasteles los convierte rápidamente en azúcar, el cual es altamente inflamatorio por lo que los cereales altamente procesados pueden empeorar la inflamación en todo el cuerpo e incrementan los síntomas de las enfermedades reumáticas.
El consumo de cereales que contengan gluten puede provocar el desarrollo de un gran número de enfermedades crónicas incluyendo las enfermedades reumáticas, diabetes mellitus tipo 2, presión arterial alta, enfermedades del corazón, sobrepeso y obesidad, que son factores de riesgo para las enfermedades reumáticas, en especial, para la artritis.
Los pacientes que padecen de artritis reumatoide deben eliminar de su alimentación el trigo, centeno, cebada, espelta, kamut y tritecate. Se recomienda consumir máximo el 5% de cada alimento en cereales preferentemente orgánicos como maíz con cáscara, arroz salvaje, arroz integral, amaranto, avena sin gluten, mijo o quinoa.
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