• Los lácteos y sus derivados son considerados enemigos de las personas que viven con artrosis porque están estrechamente relacionados con la inflamación intestinal, lo cual sucede por su contenido en una proteína llamada caseína, que interviene directamente en la aparición o incremento del dolor articular y la inflamación.
• La caseína impide que el organismo pueda absorber el calcio y en consecuencia se agravan los síntomas de la artrosis.
• El calcio es uno de los minerales más importantes para el cuerpo humano y en especial para los pacientes que padecen de artrosis, ya que ayuda a formar y a mantener huesos sanos.
• Un nivel no apropiado de calcio en el cuerpo a lo largo de la vida puede provocar la osteoporosis, trastornos de la coagulación de la sangre, mala recepción de las señales nerviosas, dificultades para la contracción y relajación muscular, además de trastornos del ritmo cardíaco normal.
• La leche de vaca tiene tres veces más contenido en caseína que la leche humana, la cual es una sustancia que el organismo no puede eliminar fácilmente.
• La caseína se adhiere a los vasos linfáticos del intestino, impidiendo la absorción de nutrientes, ocasionando problemas inmunológicos, lo cual agrava los síntomas de la artrosis e incrementa la predisposición a padecer otras enfermedades.
• La mayoría de las leches están pasteurizadas y se someten a altas temperaturas que destruyen las enzimas y vitaminas que se encuentran presentes; por otra parte, la homogenización hace que las moléculas de la grasa presentes en la leche disminuyan de tamaño, facilitando el ingreso al torrente circulatorio incrementando el dolor y la inflamación.
• Las vacas se alimentan normalmente con hormonas para incrementar la producción de leche, dichas hormonas se transfieren al consumidor final en la leche y sus derivados, con lo que afectan el sistema inmunológico y son causantes de cánceres.

Los pacientes con artrosis deben evitar el consumo de leche de origen animal y sus derivados como quesos, cremas, mantequilla o yogur, los cuales pueden ser sustituidos por leches de origen vegetal como la de coco, almendras y soja, yogur de coco y/o frutas, tofu. Si tiene alguna duda, consulte al especialista en nutrición.