1. Dedos de las manos estiradas con la mano abierta, una los dedos manteniéndolos estirados, doble la punta de los dedos de forma tal que las yemas de los dedos toquen el centro de la mano. Cierre el puño de forma tal que el pulgar quede encima del resto de los dedos, apriete fuertemente y mantenga el puño apretado mientras cuenta hasta el 6.
2. Con los brazos pegados al cuerpo hasta los codos y antebrazos flexionados al frente a la altura del ombligo, coloque las palmas de las manos mirando al techo, gire las manos con las palmas mirando al suelo.
3. Haga pinzas con los dedos, cada dedo tocará con su yema, la yema del pulgar ejerciendo un poco de fuerza.
4. Unir las dos palmas de las manos como si fueras a rezar, levantando los antebrazos hasta la altura del pecho, en posición lo más horizontal posible.
5. Brazos y codos pegados al cuerpo, antebrazos hacia delante y en posición horizontal, flexione las muñecas hacia adentro tratando de unir las puntas de los dedos, con las palmas mirando hacia arriba, luego llévalas hacia afuera con las palmas de las manos mirando hacia abajo.

El ejercicio reduce el dolor, mejora la función y flexibilidad de las articulaciones, incrementa el rango de movimiento y mejora el estado de ánimo en las personas que padecen de artritis reumatoide.