Artritis reumatoide y el trabajo

Adaptar tu lugar de trabajo a tu enfermedad reumática puede hacer que te sientas más cómodo para realizarlo, que te concentres en él y no en el dolor.

En el trabajo

Reduce el estrés y las actividades físicas que requieran mucho esfuerzo.
Consulta al fisioterapeuta para un asesoramiento adecuado sobre las condiciones que debes tener en tu lugar de trabajo.
Planifica el día en torno a los momentos en los que tienes más energía. Controla tu ritmo e incorpora descansos.
Evita realizar trabajos que impliquen un movimiento repetitivo de las articulaciones, especialmente de las manos.
Usa un mouse de computadora ergonómico que sea más cómodo para tu muñeca.
Prueba con una silla de oficina ergonómica: ajusta la altura del asiento, el respaldo y los reposabrazos para brindarte mayor apoyo.
Un escritorio que puede alternar entre estar sentado y parado puede evitar que te pongas rígido: brinda un descanso de estar de pie o sentado por mucho tiempo.
Cuando estés sentado, usa una caja o taburete pequeño debajo de su escritorio para elevar los pies de vez en cuando.
Usa auriculares o manos libres en lugar de sostener el teléfono cerca del oído.
Si necesitas escribir mucho, usa un software de reconocimiento de voz.
Intenta descansar, dar un paseo suave o aplicar calor en las articulaciones durante la hora del almuerzo y comida.
Si vas al trabajo en auto, solicita un espacio de estacionamiento cerca de la puerta entrada y salida.
Toma descansos para estirarte y moverte.
Solicita herramientas de accesibilidad, como puertas de fácil apertura, barras de apoyo, asientos de inodoro elevados y barandillas.