• El dolor es uno de los síntomas principales y característicos de la artrosis de cadera, suele localizarse en la zona de la ingle y no necesariamente en «las caderas».
• Otro de los síntomas es la rigidez y el deterioro en la movilidad al realizar las actividades diarias.
• Puede existir dolor de rodilla, lo cual en ocasiones lleva al paciente a pensar que el origen del dolor se produce en esta articulación.
• El dolor suele ser mientras se camina o se sube y baja escaleras el cual desaparece con el reposo, la sobrecarga en la articulación por ejercicios prolongados suele ser otra de las causas de la aparición de este síntoma.
• Con el paso del tiempo existe dificultad para cruzarlas piernas mientras se está sentado, ponerse los zapatos y se cojea al caminar.

El origen de la enfermedad está relacionado con factores genéticos, ambientales, entre otros como:

• Edad: el paso del tiempo genera cambios en el cartílago de las personas, por ello se sabe que muchos de los pacientes con artrosis de cadera tienen edad avanzada.
• Obesidad: este factor se relaciona con la artrosis en general, especialmente con la artrosis de cadera, aunque en menor medida que en la rodilla.
• Lesiones y traumatismos: las actividades deportivas de alta intensidad también se incluyen, así como trabajos que involucran una sobrecarga física, el mal alineamiento articular y las lesiones previas que haya sufrido el paciente.

El tratamiento de pacientes con artrosis de cadera debe individualizarse, adaptándose a la severidad de sus síntomas.

Cuando los síntomas son leves, el tratamiento debe ser integral que incluya un seguimiento médico periódico, educación al paciente, terapia física, orientación nutricional, entre otras modalidades no farmacológicas y farmacológicas.