- Realizar el diagnóstico de la artrosis lo antes posible y recibir un tratamiento adecuado para aliviar los dolores que esta provoca, además de que puede detener la progresión de la enfermedad, retrasar al máximo la cirugía, evitar la incapacidad funcional y minusvalía.
- Modificar los principales factores de riesgo como hábitos nutricionales, sobrepeso, sedentarismo, obesidad, traumatismos articulares, óseos y musculares, los microtraumatismos repetidos y algunas anomalías de los miembros inferiores.
- Se deben evitar:
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- Los traumatismos de escasa importancia, pero que son repetidos regularmente.
- Llevar cargas pesadas, trabajar en cuclillas o de rodillas o incluso la utilización con frecuencia de herramientas como martillos neumáticos.
- Actividades profesionales donde se utilizan mucho las articulaciones como las costureras, estilistas, albañiles, herreros, elaboradores de alimentos, artesanos, etc.
- Algunos deportes donde se realiza una actividad física de forma intensa y prolongada.
La artrosis es una enfermedad degenerativa. Cuanto mayor es la persona mayor es el desgaste articular, si bien no se puede prevenir completamente la aparición de la enfermedad, existen formas de reducir los riesgos que afectan nuestras articulaciones y su impacto.